El Monasterio de Uclés es uno de los espacios arquitectónicos más simbólicos para la cultura conquense
“A medio camino entre Cuenca y Madrid, sobre la ladera de una empinada colina, se alza Uclés, una hermosa villa de orígenes celtíberos y romanos que parece anclada en el pasado. Rodeada por los restos de sus murallas, sus torres, siempre vigilantes, observan inmutables el transcurrir de los siglos.”
Este pequeño pueblo conquense refugia patrimonio histórico y cultural en todos sus rincones. Pero su Monasterio dota aún más ese potencial cultural, siendo la joya de la corona de Uclés. Este edificio es apodado “El Escorial de la Mancha” por sus similitudes con el monumento madrileño. En lo alto de un cerro, el monasterio es uno de los espacios más significativos de la provincia de Cuenca.
Desde sus orígenes como fortificación musulmana, el castillo ha ido pasando por diferentes conquistas y reinados hasta caer definitivamente en manos cristianas en el año 1174 por el rey de Castilla Alfonso VIII, quien dona el monasterio a la Orden de Santiago. Sin embargo, con la desamortización de Mendizabal en 1836, la Orden abandona el monasterio y pasa a manos del Obispado de Cuenca en 1874. Desde entonces, el edificio ha tenido diferentes usos, convirtiéndose en el Seminario Menor Santiago Apostol hasta 2012.
Actualmente, el Monasterio de Uclés es uno de los enclaves turísticas más visitados de la provincia, así como un centro de espiritualidad donde se realizan retiros, campamentos de verano, encuentros y otras actividades religiosos. Además, este espacio también ha sido localización de diversos rodajes en películas y series como “El rey pasmado”, “Águila Roja” o “El Ministerio del Tiempo”.
Si quieres saber más sobre el Monasterio y las diferentes actividades culturales que se realizan, escucha el reportaje:
Revista cultural de Cuenca 