CAMBIO CLIMÁTICO: GUÍA PRÁCTICA PARA MATAR A NUESTRO PLANETA


Vista panorámica de la sala donde se llevó a cabo la charla (en La Racal). Autora: Virginia Noda

El pasado martes tuvo lugar, en la popularmente conocida como “La Racal» (La Real Academia Conquense de Artes y Letras), una charla titulada El cambio climático: el tiempo para actuar se acorta de la mano de José  María Moreno Rodríguez, catedrático de ecología ese la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica de la UCLM.  

Tras presentarse y señalar que el título bajo el que se ampara su charla no persigue el fatalismo, aparece en pantalla El cambio climático: estado, tendencias y opciones para mitigarlo, un análisis llevado a cabo por José Manuel Moreno científico del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático, en español) quien se ha dedicado a hacer un seguimiento exhaustivo de los impactos que ha ocasionado el cambio climático durante los últimos años.

Sin embargo, aunque José María Moreno no es dado a jugar la carta del dramatismo y el miedo, los datos que expuso en aquella pequeña sala sí que lo son. Y es que los resultados son francamente alarmantes, si yo ahora te dijera que la temperatura de los mares es “ligeramente” más cálida, no te sorprendería, ¿verdad? Probablemente hasta me dieras los motivos que han llevado a ese calentamiento, pero… ¿y si te dijera que el calor no lo hemos llevado sólo hacia la superficie de esa masa de agua que llamamos mar?

Pues sí, el calor ha llegado hacia lo más hondo tanto que en palabras de Moreno: “Ha llegado incluso hasta los dos mil metros de profundidad que, aunque el ser humano no lo perciba lo cierto es que afecta tanto o más que a nivel de la superficie» esto a su vez desencadena una migración de especies hacia zonas no tan cálidas (te suena, ¿verdad?) lo que dificulta en cantidad la pesca…

Pero ya puestos a poner toda la carne o pescado en nuestro caso, sobre el asador, el calor genera no sólo la destrucción de ecosistemas sino que como bien señalaba Moreno y respalda Greenpeace (ONG ambientalista) en su página web: “Debido a que ya hay demasiado carbono en la atmósfera, el agua de mar es más ácida […] Si los sistemas naturales de los océanos se desmantelan dejarán de almacenar carbono y comenzarán a liberarlo. En ese momento se nos vendrá encima todo tipo de problemas”

Si a esto le sumamos los correspondientes centímetros que ha aumentado el nivel del mar (principalmente por el deshielo de los polos y los glaciares), en el peor de los casos y en un futuro, las islas, costas y  demás lugares que queden por debajo de ese nivel se verán destruidos y aunque aún no ha aparecido en las noticias ninguna isla que haya quedado sepultada por el mar la tierra que quede tampoco es que salga muy bien parada.

Tal como demostraba los resultados obtenidos por José Manuel Moreno, a nivel agrícola los cambios también se están haciendo notar ya que los cultivos de trigo y maíz se han visto notablemente afectados aún a pesar de que contamos con la tecnología y maquinaria avanzada necesaria que nos permite “nivelar” el terreno. Aunque un estudio realizado por el CEIGRAM (Centro de Estudios para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales), agrega que “las condiciones de sequía asociadas al cambio climático afectarán de manera negativa a la producción de maíz de secano en la mayor parte de Europa. Por el contrario, el aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera durante las sequías afectará positivamente a los cultivos de trigo en invierno […] su efecto puede suponer un impacto negativo en la producción de la industria agraria, y elevadas pérdidas económicas para el sector.”

Así que sí, lamento decepcionarte. Tanto la tierra como el mar se volverán (en el mejor de los casos) en una parrilla estacional con sequías más que abundantes y si te estabas preguntando qué pasará con nosotros, Moreno aclara que todas las zonas tropicales y mediterráneas (estos últimos somos nosotros, Grecia, Italia, etc) al haber tan pocas precipitaciones se produciría un proceso de adaptación gradual en el que las plantas y demás vegetación empezarán a colonizar el territorio, los animales por otra parte o migrarán de forma masiva o aquellas especies que se quedasen estarían forzadas a adaptarse.

En conclusión, el mundo está un poquito más al borde del colapso de lo que tú te imaginas pero ya sabes lo que Einstein dijo en su día: “Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy realmente seguro de lo segundo.”

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